De este modo fue que la tecnología biométrica
cobró una gran importancia como método de autentificación. Pese a que surgió
hace poco más de una década, es considerada como un parámetro de reconocimiento
mayormente confiable que una contraseña, una huella dactilar o el propio timbre
de voz.
La creencia de que su aplicación es fiable
tiene que ver con la facilidad de detectar a través de los patrones del iris al
<<sujeto vivo>>; la estabilidad ante cambios originados por
accidentes, debido a la protección que le confiere la córnea; los datos (en
este caso, la imagen) se pueden capturar de forma no invasiva, al ser visible
desde el exterior por la transparencia de la córnea; intentar falsificar el
iris de una persona conllevaría operaciones quirúrgicas que podrían dañar muy
seriamente la visión.
Sin mencionar que ofrece múltiples
beneficios, entre ellos, un método de reconocimiento ágil en lugares de alta
concurrencia, el reemplazo de las tarjetas de acceso y la omisión de nombres de
usuario y contraseñas acelerando el rendimiento de autenticación y protegiendo
los intereses de los usuarios.
Entrada más reciente
Entrada antigua
0 comentarios:
Publicar un comentario