Es un hecho que hoy en día podemos simplificar muchas
de nuestras tareas gracias a la tecnología. Su utilidad se ha extendido,
incluso, hasta la contabilidad ya que es posible realizar y analizar
operaciones comerciales con mayor rapidez que antes.
Es así que, desde 2014 cuando el Servicio de
Administración Tributaria (SAT) incluyó la facturación
electrónica, facilitó la revisión y el control de los documentos de los
contribuyentes, a la vez que redujo costos gracias a la automatización de sus
procedimientos.
Debido a ello, durante la inauguración del 37 Congreso Anual de la Asociación Nacional de Especialistas Fiscales (ANEFAC), el Jefe del SAT destacó que la tecnología es fundamental en la vigilancia del cumplimiento de las obligaciones fiscales y, a la par, permite crear percepción de riesgo.
Señaló, además, que como institución, el SAT está
obligado a tener mucha apertura durante sus actuaciones, a cuidar los recursos
y las formalidades legales, así como, a rendir cuentas a la ciudadanía de sus
actividades.
En este sentido, insistió en que el SAT apuesta por la
vigilancia electrónica del comportamiento de los contribuyentes antes que por
la realización de actos de auditoría, para lo cual el uso de tecnologías de
vanguardia es indispensable.
"La tecnología nos permite de manera sigilosa y
silenciosa vigilar el comportamiento de los contribuyentes sin necesidad de
hacer una auditoría, para realizarla sólo en aquellos casos en los que se
observa una inconsistencia o alguna irregularidad", precisó.
Mientras tanto, Jesús Alvarado Nieto, Presidente de
ANEFAC, comentó que este congreso es un espacio de diálogo, para aclarar lo que
espera el SAT de los contribuyentes, más allá del pago de impuestos, y cómo
ellos pueden ayudar a mejorar los procesos de fiscalización.
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