Con una media de cuatro mil
ataques cibernéticos recibidos al día, España se colocó entre los tres países
con más ciber ataques en todo el mundo, sólo por debajo de Estados
Unidos y Reino Unido.
El año pasado, el actual
ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo,
auguró para el ciberespacio español un panorama poco alentador con más de 70
mil ciber incidentes por el plazo de 12 meses.
En España cuentan con cerca
de 550 empresas especializadas en servicios y soluciones de ciber seguridad,
las cuales emplean a seis mil personas cuya facturación equivale a los 600
millones de euros tan sólo en 2014, de acuerdo con datos del Observatorio
Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información.
Debido migración de la
sociedad y economía a plataformas digitales, nuevos riesgos rondan el medio que
conocemos. De acuerdo con el diario El País, las tendencias macroeconómicas,
las mega ciudades y Smart cities,
jugarán un papel fundamental, catalizando e impulsando la adopción de la
tecnología ya que las personas mejoran su vida al estar híper conectados.
El desafío no es solo para
quienes volvimos parte de nuestra vida cotidiana al internet de las cosas, los smart grids y el trabajo en la nube,
sino también para quienes se encargan de defenderlo, sobre todo porque el nivel
de profesionalización de los grupos criminales organizados, es cada vez mayor.
Los ciber ataques tienen
orígenes variados y nunca se sabe cuál es el perfil del atacante, lo que es un
hecho es que, el uso de armas cibernéticas crece de manera importante, cuyo
origen proviene de organismos que anteriormente auspiciaban la producción de
misiles e innovaban creando bombas atómicas.
En este contexto, las
grandes compañías financieras, aeroespaciales, de telecomunicaciones, servicios
relacionados con las tecnologías de la información, energéticas o de defensa,
han incrementado su nivel de concientización ante los riesgos del ciberespacio,
lo que implica una inversión importante en ciber seguridad.
Los analistas españoles no
son muy optimistas al describir el futuro de las pequeñas y medianas empresas,
pues viven ajenas a los riesgos del ciberespacio pese a ser una industria
representativa en aquel país, las consecuencias para este sector “pueden ser
imprevisibles para sus cuentas de resultados y su reputación” dicen.
Y advierten, “para el
ciudadano, los ataques digitales se extenderán a todos los aparatos conectados,
no sólo a sus ordenadores” las afectaciones alcanzarán la totalidad de una casa
o un auto, lo que podría evitarse con entender la esencia de los mecanismos de
seguridad en internet y las consecuencias de su ausencia, para lo cual conviene estar preparado.
Con información de
El País
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